Conozco a varias personas que optaron por estudiar periodismo en buena medida por la forma en la que había sido retratado por el séptimo arte. El problema es que al de poco de empezar la carrera llegaron las decepciones porque su experiencia allí en poco se parecía a lo que habían visto en las películas, las cuales, como es comprensible, tendían a centrarse en casos ideales mostrando la fuerza que puede llegar a tener esa profesión para cambiar las cosas.
‘Spotlight’ es una de esas películas, algo hasta cierto punto inevitable al contarnos la historia de cómo un grupo de reporteros sacó a la luz el sistemático abuso de menores por parte de sacerdotes católicos y el encubrimiento de los mismos. Eso sí, lo hace sin echar mano de ciertas modificaciones propias de Hollywood para hacerlo más fácilmente digerible, ya que prefiere apostar por un enfoque más frío y meticuloso, más propio del cine de los 70 que de producciones actuales, con notables resultados.
La pureza del periodismo

‘Spotlight’ basa su fuerza precisamente en la búsqueda de la verdad a través de los datos. De hecho, Thomas McCarthy, director y guionista –tarea que comparte con Josh Singer-, huye de todos los recursos más usuales para tocar la fibra sensible del espectador, lo cual hará que, incluso aunque acabe ganando el Oscar, cierto sector del público jamás vaya a querer verla. Aquí la sobriedad y la exposición controlan el relato, resultando asombroso que sirvan de base para ir elevando el suspense que rodea a los hechos.
No obstante, sería injusto obviar que McCarthy también tiene tiempo de mostrarnos cómo afectan los sucesivos descubrimientos a los protagonistas. Desde el entusiasmo inicial por haber dado con un tema tan importante, pasando por el desconcierto cuando descubren que es todo mucho más grande de lo que parecía en principio y concluyendo con cómo les afecta el hallazgo a nivel personal, ya sea por su relación con la iglesia o desde su posición como periodistas.
Eso sí, ‘Spotlight’ no busca nunca el sentimentalismo barato en este punto -y, obviamente, huye del sensacionalismo-, pues es cierto que añade algo de corazón a un relato muy cerebral, pero lo hace respetando esa búsqueda de la objetividad. ¿Cómo es eso posible? Sencillo, también todas las reacciones emocionales dan la sensación de estar muy meditadas en lugar de ser arrebatos momentáneos por el impacto de lo sucedido. Sigue siendo un subrayado, pero ajustándolo lo máximo posible al tono desapasionado de la película.
El impecable reparto de ’Spotlight’

Una de las consecuencias de que la película jamás busque el lucimiento propio –no esperéis el más mínimo alarde en el trabajo de puesta en escena de McCarthy, ya que incluso los movimientos de cámara tienden a ser suaves y poco o nada intrusivos- es que los actores han de ajustarse a una apuesta en la que impera el conjunto por encima de sus partes. ¿Qué quiere decir eso en lo referente a su reparto? Que todos cumplen con nota, pero ninguno llega realmente a sobresalir.
La relativa excepción a ello la tenemos con Mark Ruffalo, pero es más por las peculiaridades de su personaje que por otra cosa. Si os fijáis mientras veáis ‘Spotlight’, Ruffalo usa mucho su cara para transmitir la inquietud y la curiosidad de Mike Rezendes, siendo el único intérprete de todos ellos que echa mano de un aspecto tan físico en su actuación, diferenciándose así del resto, donde impera la cohesión entre todos ellos por encima de todo.
Del resto del reparto no tengo nada malo que decir -perfectamente comprensible su triunfo en los SAG-, pues todos ellos se amoldan a las necesidades de sus personajes y aprovechan todo lo posible los pequeños detalles característicos de cada uno de ellos para no caer en el error de que resulten intercambiables, a priori el principal problema al que se enfrentaban. De hecho, todos ellos abrazan esa minuciosidad que caracteriza el guion de ‘Spotlight’ y lo trasladan a sus personajes.
En definitiva, ‘Spotlight’ es una película notable que lleva a sus últimas consecuencias su apuesta por mostrar el periodismo en toda su pureza, y lo hace además con un compacto reparto que sabe dar lo que McCarthy quiere de ellos. El único problema es que en su intento de reflejar el ideal periodístico acaba echando mano de una frialdad expositiva -necesaria para evitar caer en polémica innecesarias- que a mi juicio evita que llegue a ser excelente, aunque los críticos americanos opinan otra cosa.
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12 comentarios
dmortimer
Muy en la línea, aunque sin el aspecto thriller, de Zodiac, también. Me gustó ver a Stanley Tucci en pantalla.
walle
Mas de acuerdo con esta crítica imposible
edwood_83
La mejor película de 2015
inferno2
Yo no vería a los periodistas como heroes ni descubridores de nada .... constante mente en la cinta recalca que la información siempre estuvo presente pero como es un circulo periodístico se desvió .... Solo cabe la llegada del nuevo editor quien presiona al grupo a investigar (muchos reniegan de eso ) y es calado como el forro y el anticatolico de la película ... Las actuaciones estuvieron bien pero PARA MI LO QUE RESALTA LA IDENTIDAD SON LOS EXTRAS QUE CON PAPELES PEQUEÑOS LE DAN IDENTIDAD
omar912
Spotlight saldra triunfando en los Oscar.
janfrito
Junto con La Gran Apuesta, y a falta de que se estrene El Renacido, es la gran candidata al Oscar a la mejor película.
Si no se la lleva una de estas tres (voy a dar por buenas las críticas a la cinta de diCaprio) me sentiría muy defraudado con la Academia.
jbcoleto
Me parece una interesante homenaje al periodismo bien hecho, pero a estas alturas la historia que cuenta no es nada sorprendente, la realización es más plana que el 95% de la televisión actual y los personajes apenas transmiten emoción (salvo Ruffalo, que hace una estupenda actuación). Solo una pequeña escena*, minúscula, que pasará inadvertida para la mayoría de las gente me parece realmente destacable, el resto de la historia preferiría haberla leído en un artículo.
* SPOILER
* La escena, aunque tampoco sea spoiler es la de la abuela del personaje de Rachel McAdams. Me parece más interesante lo que se intuye en esos pocos segundos que en el resto de la película. Tal vez solamente cuando el otro periodista descubre que cerca de su casa hay uno de los centros de recuperación puede igualarla.